Colombia, un país que se cansó de casi 24 años de tiranía, corrupción y de las nuevas formas de esclavización.
Photography © Christina Noriega
Colombia salió a las calles, el tricolor de la bandera ha sido lucido en su gran mayoría por l@s jóvenes cansados de sufrir tanta injusticia y desigualdad, cansados de ver como sus madres y/o padres se deben esforzarse día a día para que les alcance el dinero, para la compra del mínimo de los alimentos ya que en su gran mayoría dependen de la informalidad, sin seguridad social, ni prestaciones sociales o en tal caso de tener estas posibilidades su salario es equivalente a $908.526.00 ($237.13 USD/R$1,288.31 BRL) con ello deben de pagar servicios públicos, arrendamiento de vivienda y alimentos; mientras un congresista, se gana $34.417.000.00 ($8,982.84 USD/R$48,837.72 BRL) equivalentes a 41 veces del salario mínimo determinado para la clase trabajadora Colombiana, una cuestión que afianzó el sin sabor de las personas en Colombia para marchar. Porque en vez de bajar los salarios a congresistas prefirieron subir el Impuesto del Valor Añadido (IVA) al 19% al pueblo e imponer impuestos sobre todo aquello que hasta ahora ha sido difícil de acceder aún más cuando se es madre soltera. El Incremento de los costos de la canasta familiar, de los servicios públicos básicos, el no poder acceder a una vida digna debido a que la distribución económica de nivel interno que esta tan desequilibrada que la gente empobrecida siguen siendo aún más empobrecida de lo que fueron hace un año; además la falta de oportunidades para la juventud a la cual obligan a que sus vidas sean sesgadas a una temprana edad. Y todo esto dentro de una pandemia de salud global.
Pese a que hoy la movilización sea de confluencia nacional, cabe resaltar que uno de los pueblos mayormente oprimidos es el Pueblo Negro, 500 años de Historia esclavizadora en dónde la discriminación y la falta de herramientas para la concreción de un buen vivir son la más fiel evidencia de ello. Si en Colombia se aprueba la Reforma Tributaria propuesta por el presidente Iván Duque y el ministerio de hacienda, la desigualdad social se enmarcaría aún más; poniendo en peligro la pervivencia del pueblo Negro, un pueblo desposeído, sin ni siquiera acceso a servicios básicos, acceso a la salud y su autosostenibilidad ha sido irrumpida debido a la injerencia de poseedores de mala fe. Todas nuestras necesidades básicas están insatisfechas y nuestros territorios colectivos que han resistido hacen parte de una constante desterritorialización, desplazamientos, confinamientos y hostigamientos cómo parte de un plan de exterminio étnico, saqueo y expropiación del mismo. Las mujeres abanderadas de la esperanza, el deseo y la fe de que todo acto de vulnerabilidad que implique la pérdida de la vida o se asemeje tendrá justicia. Debido a lo anterior la Comunidad Negra salió y continuará saliendo a las calles en contra de esas políticas neo-capitalistas, neo-clasistas y patriarcales que nos vulneran por completo todos nuestros derechos, tanto individuales como colectivos y nos enmarcan en un retroceso de todo lo que se hemos podido ganar como pueblo, con nuestro propio esfuerzo organizativo.
La indignación plena que siente un pueblo avasallante lleno de dolor por tanta injusticia, gobernado por unos burócratas para los cuales la vida no significa nada. En estos momentos las consideraciones de sí el Pueblo Negro es discriminado, pues dejenme ecirles que sí, hasta en situaciones de alta complejidad cómo la de las protestas se hace evidente, la discriminación, un ejemplo de ello es la manera en la cual son atacados los puntos en donde mayoritariamente esta asentada la población negra y el resto de las comunidades empobrecidas, el ataque ha sido frontal, sin ningún tipo de posibilidad de salvaguardar la vida, sin ningun otra herramienta más que con la palabra, mientras en los puntos de concentración como el de “la Loma de la cruz” poblado mayoritariamente por comunidad mestiza estrato seis, la manera de intervención fue totalmente distino, musicos, guaro, etc. Se hace necesario decir que la gran mayoría de víctimas mortales corresponden a jóvenes de la Comunidad Negra y que sus nombres no han tenido la relevancia que deberían de tener porque no son mestizos y porque tampoco son hijos de familias adineradas. Lo anterior no es para generar discusiones destructivas, si no que por el contrario, es para que todas y todos reflexionemos al respecto ya que seguimos construyendo pueblo en donde los territorios de vida, amor esperanza y libertad, sean el diario vivir, desapegarnos de todo lo que el colonialismo nos ha inculcado de manera intencional.
“Hoy siento una gran alegría, pero a la vez tristeza, porque hay un hijo o hija que no volverá a ver a mamá. Tranquila mamá hemos ganado un guerrero en el cielo, parado junto a nuestros ancestros luchando porque este pueblo viva en armonía y libertad.”
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Sara Quiñonez Valencia Sara es parte del Equipo de AfroResistencia. También es activista del Proceso de Comunidades Negras y fue elegida Presidenta del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera en 2014, en Colombia.
Ha denunciado diferentes tipos de violencia en su país de origen y ha sufrido persecuciones y amenazas por parte de grupos armados. Tras denunciar las constantes amenazas y verse obligada a renunciar a la vicepresidencia del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, Sara fue perseguida políticamente por el Estado colombiano y privada de libertad desde abril de 2018 hasta julio de 2019.
Debido a todas las situaciones de persecución y amenazas recibidas, Sara no asumió su cargo de vicepresidenta del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, donde fue elegida en 2017.
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